jueves, 20 de mayo de 2010

FUNCIONES DE LOS GENEROS PERIODISTICOS

De esta forma, lejos de tratarse de una cuestión puramente académica y especulativa, la posible consideración de cualquier texto como un género tiene importantes consecuencias para su enunciación y recepción. Al ser una forma de representación de la realidad, el género se convierte al mismo tiempo en modelo de enunciación y recepción: es una herramienta para el trabajo de los periodistas y un pacto de lectura con las audiencias.

Como modelos de enunciación, los géneros cumplen tres funciones importantes:

Primero, son formas de representación de la realidad y sirven como sistemas de referencias que se modifican y evolucionan constantemente. Siguiendo a Sánchez y López Pan:

Los géneros periodísticos se le ofrecen al redactor como modelos de enunciación que le facilitan la tarea de escribir. Si no existieran, todo sería más complejo para él: no contar con una orientación, por ejemplo, le forzaría a inventar una fórmula adecuada para cada caso. De hecho, los que animan a experimentar fórmulas alternativas a la famosa pirámide invertida se encuentran con la resistencia de muchos periodistas que parecen quedarse desvalidos” (Sánchez y López Pan, 1998: 16-17).

En segundo lugar, los géneros son también herramientas para el trabajo de los periodistas e “instrumentos útiles de la pedagogía del ejercicio profesional” (Casasús, 1991: 91) porque facilitan la tarea de escribir y el entendimiento entre profesionales. Por su utilidad, creemos con Gomis que los géneros son particularmente importantes para la formación de los periodistas y para la organización del trabajo en una redacción, puesto que los profesionales se entienden entre sí gracias a los géneros y saben lo que se espera de ellos en cada caso particular (Gomis, 1989: 140).

De hecho, la importancia que tienen los géneros a la hora de enseñar la práctica periodística trasciende la simple reproducción de los esquemas tradicionales ya que -y aquí estriba la tercera función de los géneros como modelos de enunciación- estos suministran un conocimiento que permite superar o modificar los esquemas tradicionales. Tiene razón Casasús cuando afirma que es el conocimiento del sistema de géneros y no su ignorancia el que estimula a superar o a modificar los modelos tradicionales y que “no se puede avanzar en un campo que se desconoce” (Casasús, 1991: 92).

En cualquier caso, los géneros no sólo ofrecen utilidades para los productores de un mensaje sino también para sus consumidores. En concreto, como modelos de recepción, los géneros cumplen tres funciones esenciales:

En primer lugar, sirven como horizonte de expectativas para el lector (Martínez- Costa, 1989: 108) 2. Los géneros orientan a la audiencia y le proporcionan un pacto de lectura para que pueda entender con mayor claridad cuál es la actitud desde la que el periodista afronta la realidad y qué finalidad tiene al escribir. En este sentido, podemos afirmar también con García Jiménez que los géneros cumplen una función pragmática y a su vez hermenéutica. La función pragmática supone entender que los géneros hacen más legible el texto porque contribuyen a reconducir el conjunto de expectativas de los destinatarios (García Jiménez, 1998: 66-67). En virtud de la función hermenéutica, los textos narrativos resultan más legibles y comprensibles en la medida en que se ven validadas las expectativas del lector.

En segundo lugar, el uso de los géneros renueva además el interés del relato. Gracias a ellos es posible recuperar la atención y el interés del público puesto que las formas expresivas con las que se presentan los mensajes también se van renovando mediante los diferentes procedimientos constructivos:

“Pensemos, por ejemplo, en la escasa atención que prestarían los oyentes de un programa informativo si durante treinta minutos sólo se recurriera al género noticia y, por el contrario, en cómo el mismo programa es más fácil de escuchar si la actualidad se relata empleando géneros diferentes: noticias, crónicas, reportajes, entrevistas, etc.” (Merayo, 2002: 83).

Por último, los géneros constituyen también una cierta muestra de respeto hacia los receptores que -siguiendo a Muñoz- tienen derecho al menos a distinguir entre lo que es un punto de vista y lo que es una realidad incuestionable (Muñoz, 1994: 122).

Hasta aquí las funciones que ofrecen los géneros como modelos de enunciación y de recepción. Pero además de éstas, los géneros resultan también de gran utilidad para quienes describen y analizan la producción de los mensajes (Martínez Albertos, 2003: 56). Siguiendo a García Jiménez, los géneros cumplen para los académicos dos tipos de funciones: una cognitiva -ya que los géneros actúan como sistemas de reconocimiento y ayudan a identificar los relatos- y una función taxonómica -ya que permiten a los académicos distinguir y clasificar conjuntos de relatos- (García Jiménez, 1998: 66-67).

VANESA PERALTA LOPEZ

La importancia de los Géneros Periodisticos

La importancia de los géneros para la enseñaza y la práctica periodística ha sido subrayada en los últimos años coincidiendo con la consolidación misma de la profesión. Así puede desprenderse de la insistencia con la que se han hecho afirmaciones como la de que “los géneros existen y cumplen una función imprescindible en el quehacer periodístico” (Sánchez y López Pan, 1998: 16) o la que ha afirmado que los géneros tienen tal importancia que su desaparición significaría la desaparición misma de la profesión periodística y el ocaso del periodismo como actividad humana

Aunque tradicionalmente los géneros en los medios impresos han recibido una atención preferente, es importante recordar que su relevancia se hace extensiva a todos los medios, incluido, cómo no, el radiofónico. A pesar de ello, el estado actual de la cuestión sobre los géneros en la radio española está marcado por disensos. Esta situación genera numerosos problemas teóricos, prácticos y profesionales.

En este contexto, el objetivo del presente artículo es subrayar la necesidad de formular una nueva teoría de los géneros radiofónicos que sea capaz de superar las contradicciones que se observan en la actualidad, como son la existencia de denominaciones erróneas y la pérdida de un marco normativo. Para ello, recordaremos en primer lugar cómo se caracterizan los géneros, describiremos después los principales consensos y disensos que se presentan hoy entre los diferentes autores que han abordado el tema y analizaremos finalmente los problemas que se plantean en la teoría y en la práctica profesional.

EN EL AMBITO PROFESIONAL

Además, teniendo en cuenta el carácter esencialmente práctico de la profesión periodística, resulta comprensible que los problemas que se plantean en la teoría hayan tenido una traducción similar en términos prácticos. Es posible por tanto que muchas de las carencias que a continuación describimos procedan de planteamientos teóricos poco claros en relación con la especificidad, funcionamiento y técnicas narrativas de los diferentes géneros. Las contradicciones que consideramos especialmente peligrosas para la práctica profesional son las siguientes:


Primero, observamos una gran confusión terminológica entre género, formato, espacio y tipo de programa. En la práctica, un buen número de profesionales desconoce las tipologías y singularidades propias de cada género y en lugar de hablar con rigor de una noticia, de una crónica o de un informe, al final todo parece quedar reducido a una “pieza”. A menudo, esta confusión terminológica suele ir acompañada de un amplio desinterés por parte de los profesionales hacia el tema de los géneros, por considerar que se trata simplemente de una cuestión meramente teórica, académica o especulativa que no tiene gran incidencia en la práctica profesional.

Además, la sobreutilización de algunos géneros contrasta con la falta de empleo de otros. El actual modelo de radio se caracteriza por el predominio casi exclusivo de los géneros informativos y de opinión, llegando en el mejor de los casos a hacer una distinción entre géneros de diálogo y géneros de monólogo. En el camino quedan modos de representación tan radiofónicos como la interpretación y la valoración de los reportajes, de las mesas redondas, de las entrevistas con profundidad, las crónicas, que aparecen sólo como excepciones en las parrillas de programación de las emisoras o bien desdibujadas o simplificadas en sus características. En el camino también se mezcla con demasiada frecuencia la información con la opinión, de manera que el oyente no es capaz de reconocer sus funciones. Es posible que esta realidad tenga que ver con el carácter cambiante de los géneros radiofónicos que hace que algunos de ellos estén de moda en un momento determinado -como lo fue la tertulia en la radio española a comienzos de los noventa- mientras que otros que antiguamente fueron muy utilizados se encuentren hoy prácticamente en desuso -como el dramático de los años cincuenta-. Es posible también que esta desproporción entre el uso de los diferentes géneros obedezca también a factores económicos, tal como han criticado algunos autores en referencia a la tertulia cuyos costes resultan más económicos que otros tratamientos de mayor tiempo de producción. Este hecho no está exento de implicaciones deontológicas ya que estos mismos autores han cuestionado también que la mera especulación se haga en ocasiones en detrimento de la información documentada (Toral, 1998).

Tampoco podemos olvidar que la actual narrativa radiofónica acoge también ciertos géneros que resultan sencillamente inclasificables según los cánones teóricos actuales. Hay muchos textos que son escurridizos, que escapan a las clasificaciones, que no mantienen una regularidad, que no encuentran quien actualice la apenas esbozada teoría de los géneros en radio. La escasa radio de laboratorio se hace en torno a piezas de géneros inexistentes e inclasificables que, mientras no tengan un marco teórico sólido, desconciertan a la audiencia y son incapaces de constituirse en modelos constructivos. Por si fuera poco, en los últimos años, la llegada de Internet y la posibilidad de combinar la radio con éstas y otras tecnologías interactivas dan lugar a nuevos productos como la radionovela interactiva (Cebrián Herreros, 2001: 225) y complican aún más la labor de clasificación de los teóricos.

Existen además imprecisiones derivadas de la interferencia de la personalidad de un conductor en la singularidad de un género determinado. En ocasiones, lo que se observa es que la personalidad más o menos carismática de ciertos presentadores o conductores desdibuja los límites pacíficamente compartidos que definen a algunos géneros borrando así las fronteras que separan a un género de otro e incrementando la confusión a la hora de distinguirlos. Este fenómeno puede detectarse, por ejemplo, en el caso de las tertulias cuando el conductor olvida su papel de moderador de la charla y participa con sus opiniones en el transcurso de la emisión.

VANESA PERALTA LOPEZ

martes, 30 de marzo de 2010

LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS
El tema de los géneros periodísticos abarca un tema de suma importancia el cual nombraremos brevemente como lo es el periodismo ideológico el cual se refiere a lo doctrinal y moralizador de ideas políticas o religiosas, de ahí hemos de puntualizar el concepto de comment: comentario o artículo.
En ese orden de ideas entiéndase periodismo informativo de corte ideológico               que apoya la narración o relato de hechos, cabe destacar que la época dorada de la prensase dio entre 1920- 1950; recreándose un escenario de desaparición de la prensa ideológica y pisando fuerte la prensa de opinión, la cual se basa en hechos no en comentarios.
Ahora bien, realmente se denominan géneros periodísticos a la información, el reportaje y crónica, además se conoce el periodismo de explicación, interpretación o de profundidad, a continuación los criterios de clasificación: deben ser principios de conocimiento del mensaje informativo, contando con unos elementos dentro de un periódico, el primero es noticias, relato o hechos; el segundo comentarios o artículos, tercero fotografías y por último anuncios.
Dentro de los géneros periodísticos está el reportaje, la crónica, la entrevista o el artículo o comentario, también se habla del periodismo de explicación o interpretativo y sus géneros predominantes, es ahí donde hace su aparición el periodismo informativo como una necesidad, en este caso lo que es el periodismo radiofónico o televisivo, juntos están ligados por la ideología de la “responsabilidad social de la prensa” su información tiene que ser actual y debe tener un mínimo novel de análisis de la noticia, suceso, hecho o acontecimiento.
Sin embargo halaríamos del periodismo especializado, es decir, ciencia, política, educación, economía, entre otros, cada uno debe presentar información exacta o comprobable, debe dirigirse a un público específico y debe manifestar preocupación primordial por la situación.
Desde este punto de vista, no pueden quedar atrás los géneros periodísticos y actitudes informativas, en donde se tiene en cuenta tres aspectos básicos:
1.       Niveles del relato periodísticos
2.       Emplazamiento de los géneros rigurosamente informativos
3.       Los géneros híbridos
Entonces el primero atiende a el reportaje objetivo o informativo y el reportaje interpretativo, el segundo debe ser una información de segundo nivel, pero con rigurosa profundidad, generando credibilidad entre sus lectores y por último se refiere a la crónica y el reportaje interpretativo, los cuales tienen información y generan opinión.
 DIANA TELLEZ

domingo, 7 de marzo de 2010

RESEÑA

Carlos Marín Martínez


El autor del manual de periodismo de Grijalbo, es oriundo de Puebla estado de México,  Carlos Marín Martínez es un periodista con 40 años de experiencia en el ejercicio de está profesión. Nacido el 10 de septiembre de 1947  este comunicador mexicano comienza a ejercer su carrera en el año de 1969;  el periódico El Día  le dio la oportunidad de demostrar sus capacidades, y desde entonces ha cosechado una extensa trayectoria en los medios de comunicación,  desempeñándose como coordinador por un tiempo de los talleres de Redacción Periodística de la Universidad Nacional Autónoma de Ciudad de México. Fue profesor durante 19 años, lo cual le otorga una experiencia bastante amplia en temas relacionados con el periodismo, y todo lo que la profesión que actualmente ejerce le permite compartir. 

La noticia suena bastante familiar  referirnos a este género como la base del periodismo;
Pues la principal función de periodista es informar. A través de la noticia conocemos hechos que eran desconocidos hasta el momento, o que están en pleno desarrollo, éste hecho que se convierte en tema de conversación en los medios de comunicación, tiene un interés general, y causa impacto en la sociedad en la cual sucede el acontecimiento.
Aunque la noticia parezca uno de los géneros más fáciles dentro del ejercicio de esta profesión, hay un proceso del cual el periodista no puede desligarse para que  la noticia  cumpla con los parámetros normalmente establecidos.
En la noticia, la veracidad es parte fundamental  para que está sea un hecho digno de ser cabeza de diarios, noticieros,  o depende cual sea el medio de difusión de la información; existen  una serie de pasos que el periodista debe seguir en lo que se llama “reporteo” según Carlos  Marín Martínez, dentro de este aspecto se encuentran ciertas actividades propias del periodista;  la presencia, la búsqueda, la incitación, la penetración y todo lo que implica que la información que se da a conocer  es los medios masivos de comunicación sea lo más acertada posible, y lo que es más importante que se acerque lo mayormente posible a los hechos verídicos;  además de esto el  constantemente  seguimiento de los hechos mas relevantes del diario vivir, son cosas que no se deben dejar de lado en el  ejercicio periodístico, las fuentes son la columna vertebral de una noticia, sin las fuentes no hay noticia, es por ello que las personas o las fuentes a las  que el periodista tenga  acceso, es vital para construir o reconstruir  los hechos y transmitirlos a la audiencia.
 El estilo que utilice el periodista es vital en la percepción que tenga el lector, o la audiencia que recibe el mensaje emitido por los medios, sin embargo el periodista debe alejarse de parcializar la información o maquillarla a su conveniencia.
El autor de este manual de géneros periodísticos, se acerca con un lenguaje sencillo a lo que debe hacer un periodista, para que su labor la de informar que no es nada fácil, resulte más llevadera y además se pueda satisfacer al lector o la audiencia, para la cual se informan los hechos.

Interpretación
La importancia de ser imparciales y aunque parezca contradictorio tomar distancia de los hechos, dejando de lado los pensamientos ideologías y posiciones políticas que el comunicador pueda tener, son claves para que el ejercicio de nuestra labor como periodistas sea creíble, esto de la mano con la ética del periodista quién tiene la palabra, y puede afectar de manera positiva o negativa, a la sociedad para la cual trabaja como puente, entre los hechos que afectan a la misma y el receptor de la noticia.

Conclusiones
El periodista debe ser un sujeto imparcial ante los hechos que comunica y debe ceñirse a una ética que rige su profesión, respetando la sociedad para la cual trabaja como sujeto que transmite de la información, además de eso debe tener en cuenta que tiene el poder de la palabra, y con está determina el curso de los sucesos que involucran a toda una sociedad. Es por eso que si el periodista no sabe o tiene escaso conocimiento de los asuntos propios de su trabajo como reportero, debe abstenerse de crear confusión en el lector o la audiencia según sea el caso, y aunque parezca contradictorio el periodista debe tratar de pasar por  inadvertido, debido a que precisamente en este género  los juicios o apreciaciones del comunicador  no tiene validez periodística.
GRACE ACOSTA 

RESEÑAS

José Luis Martínez Albertos
Éste periodista español, es una eminencia en el ámbito periodístico y además académico, comenzó como reportero, columnista y llego a ser director de varios periódicos en diversas ciudades de su país, oficio que ha combinado con la docencia en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid, la Universidades Autónoma de Barcelona y también en la Universidad de Navarra; en la Universidad de Estrasburgo en Francia; a estos antecedentes profesionales y académico, se suma las extensas obras publicadas por Martínez Albertos como lo son:
 La información en una saciedad industrial: Función Social de los “mass-media”  en un universo democrático. Madrid: Tecnos. (1972-1981)
Redacción periodística. Barcelona: ATE (1974)
El mensaje informativo: periodismo en radio, televisión y cine. Barcelona. (1977)
Curso general de Redacción Periodística. Edición revisada. Madrid: Paraninfo (1983)
El lenguaje periodístico: estudios sobre el mensaje y la producción de textos. Madrid: Paraninfo
 (1989).
Cabe resaltar la especialización de este catedrático en análisis lingüístico y sociológico del mensaje informativo y del periodismo como fenómeno social.
  


Los géneros periodísticos y sus aspectos generales

Desde la perspectiva del autor el inicio o principio de los medios de comunicación masiva, está bastante ligado a la prensa escrita, como una de las principales formas de comunicación en la humanidad; sin embargo con el paso de los años esta primera expresión fue decayendo en el número de adeptos, que buscaban informarse a través de lo diarios o tabloides más populares de cada nación.
La globalización de la información ha traído consigo nuevos retos, tales como los avances tecnológicos que simplifican de una manera extraordinaria la información en el mundo, y permiten que esta se vuelva mucho más asequible. Sin embargo para el autor del texto sigue siendo relevante el papel de la prensa escrita, ya que desde está se puede llevar a un gran nivel de lo que es  la palabra escrita, a las nuevas  generaciones de periodistas, a crear un estilo que acerque al lector a lo que de verdad se busca con la publicación, o escrito independientemente del género que el autor trabaje.
Para Martínez Albertos son de gran relevancia los géneros como enfoque de la información y el ejercicio periodístico, se habla de la hibridación de los géneros y se asocia esto al tinte político e ideológico que rodea  a los medios de comunicación.
Pero con los cambios generados por la tecnología, también surgen algunas transformaciones en el ejercicio del periodismo, pero cabe resaltar que en cada país los intereses de los que informan, a través de los mass-media varían y esto esta muy relacionado con los poderes detrás de ellos. Las ideologías políticas o las relaciones con los gobiernos de turno, determinan el enfoque de la información.
De manera general los géneros periodístico se clasifican en dos partes, primero que todo el género informativo que tiene como base la noticia,  y por otra parte encontramos el género de opinión, o comentarios a través de este último el lector o la  audiencia, toma parte de lo que se habla en los artículos o lo que conocemos como columnas de opinión.
Es importante resaltar que los géneros periodísticos tienden a ser híbridos en algunas ocasiones, depende el estilo que el periodista le de a su escrito, o la determinada información que emite a través de la radio, televisión, o la prensa escrita. 
El periodismo especializado que busca la verdad y la objetividad, tiene una trascendencia dentro del texto, ya que este busca satisfacer las necesidades del público de acuerdo a sus intereses personales, y también tiene en cuenta los aspectos que un determinado publico desea ver en espacios como noticias, crónicas, artículos, reportajes y demás géneros.
En este texto se hace un recuento histórico, que recorre varias etapas de tiempo en que el periodismo como antes lo mencioné, ha ido cambiado de acuerdo a las necesidades de la audiencia que no es la misma de hace algunos años.

Interpretación

El periodismo es uno de los pilares de la sociedad, y este se debe a aquellos que demandan que lo que se genera a través de los medios de comunicación, desempeñe un papel  importante para el desenlace de los sucesos que nos rodean,  además el hoy del periodismo se ve enfrentad a un juicio de la audiencia que cada vez es más exigente en cuanto a los contenidos que producen los mass-media; el periodista tiene una responsabilidad con la sociedad,  de este depende que lo que se dice pueda darle vuelta a la hoja, que se escribe en nuestra sociedad.
Esta profesión es considerada el cuarto poder, y  los géneros periodísticos y la labor importante ante la cual nos enfrentamos al tener voz a través de los medios de comunicación, se convierte en un detonante que  determinará también lo que será la sociedad de aquí en adelante.





Conclusiones

Tener en cuenta la esencia de lo que se escribe o dice en los diarios pantallas o altavoces de radio, es algo que ha ido decayendo en la sociedad actual, el desconocimiento de lo que de verdad se quiere transmitir a la sociedad y la interferencia de los poderes políticos, económicos, y sociales, ha tenido peso en los mass-media.
La responsabilidad social del comunicador se ha ido perdiendo en medio de la manipulación de los poderes detrás de los medios masivos de comunicación, dejándonos ver un periodismo parcializado e inclinado a la conveniencia de ciertos sectores de la sociedad.
El periodismo va mas allá de los micrófonos, cámaras o primeras planas de los diarios, es una responsabilidad con la sociedad.  

GRACE ACOSTA

sábado, 6 de marzo de 2010